Los representantes de los principales gremios docentes y especialistas en educación coincidieron en un diagnóstico crítico de la política educativa llevada adelante por el macrismo en su primer año de gestión y pronosticaron un futuro sombrío: “El objetivo del neoliberalismo es desestructurar el sistema educativo nacional”, sintetizó el ex ministro Daniel Filmus. Reunidos en un panel, expertos y sindicalistas alertaron sobre el desfinanciamiento del área, reivindicaron el papel de los docentes y llamaron a la organización social para resistir el desguace: “El trabajo de los docentes es recuperar la soberanía que el gobierno nos quiere robar como país”, ilustró la pedagoga Adriana Puiggrós.
La mesa “Un año de políticas educativas, balance y prospectiva”, fue organizada por la Facultad de Pedagogía de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) junto a la Ctera, la Confederación de Educadores Argentinos (CEA), la Unión de Docentes Argentinos (UDA) y el Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop) y fue coordinada por Nicolás Trotta, rector de la UMET.
“Cuando asumimos en 2003 teníamos 34 sistemas educativos en el país”, apuntó Filmus al iniciar su exposición. “En Argentina costó muchísimo armar un sistema educativo nacional. La Ley de Educación Nacional sancionada en 2006 es un camino para trazar, pero tiene que cumplirse y hoy está en peligro. Hay que pensar que la Ley 1420, del año 1884, que declara a la educación laica, gratuita y obligatoria, tardó casi 100 años en cumplirse, si recién en 1980 tuvimos el 90 por ciento de los chicos en la escuela primaria”, recordó el ex ministro. Sobre la perspectiva del gobierno de Cambiemos en materia de educación, Filmus afirmó que ve “un retiro del Estado de su responsabilidad educativa, como ya hizo (Esteban) Bullrich cuando fue ministro en la Ciudad de Buenos Aires”.
Ante la falta de un modelo educativo explícito por parte del Ministerio de Educación, Filmus invitó a leer la nota titulada “En educación, mejor capital humano”, escrita por el propio Bullrich y publicada en Clarín el 4 de octubre pasado. El ex ministro citó una parte de la nota en la que Bullrich afirma que “los docentes tiene que dejar de ser mecánicos de Falcon y transformarse en astronautas”, y opinó que “el gobierno no quiere docentes comprometidos con la realidad. Como los astronautas, tienen que estar lejos de la tierra”. “El modelo de educación que propone Cambiemos –continuó– tiene como objetivo una educación pública descualificada y una minoría privada capacitada para el mercado”.
Yamile Socolovsky, de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu), denunció que durante este año hubo “un desfinanciamiento en educación a través de la subejecución del presupuesto que ha sido selectiva”. Detalló que esto “se produce en la zona del presupuesto que sirve para garantizar el acceso a la universidad y la relación de la universidad con el territorio para acercar la educación”, y señaló que esta tendencia “se consolida con el presupuesto aprobado para 2017, con un ajuste brutal sobre la educación”. Entre los puntos destacados del recorte que implica el presupuesto para el año próximo, Socolovsky mencionó “el techo para la pauta salarial docente y el congelamiento de las paritarias”, “la reducción explícita en infraestructura y becas”, que los “recursos adicionales se le otorgan a sólo 21 universidades nacionales de las 56 que son en total de manera arbitraria, ignorando la crisis presupuestaria de muchas de ellas por la inflación y el tarifazo”. Todas estas medidas “son la antesala de un proceso de reforma de la educación”, advirtió.
Por su parte, Laura Man (CEA) sostuvo que “no existe diálogo entre el Ministerio de Educación y los docentes, sino que hay un monólogo que se intenta mostrar como diálogo discursivamente por parte del gobierno”, en lo que definió como un “campo semántico minado”, refiriéndose a la retórica de Cambiemos. “No somos objeto de políticas públicas, somos sujetos de derecho, como deja en claro la Ley de Educación Nacional”. Antes de finalizar, expresó su “inmensa preocupación” por los planes “Conectar Igualdad y el Programa Nacional de Orquestas y Coros, que quedan en manos de los gobernadores, cuando tiene que ser el Estado Nacional el que los mantenga e impulse”.
“Tenemos que ganar la calle y ganar la escuela”, indicó a continuación el secretario general del Sadop. Frente al escenario planteado por quienes lo precedieron en la palabra, Mario Almirón opinó que “los trabajadores de la educación tenemos que formar un frente educativo lo más amplio posible y ganar la calle”, ya que “el desafío es federalizar este proyecto para luchar por la educación como derecho social”. Sonia Alesso, secretaria general de Ctera, completó el concepto al indicar que “el desafío que tiene que enfrentar hoy el campo popular es cómo construir una nueva mayoría para frenar las políticas neoliberales del gobierno”, pero argumentó que “con los sindicatos docentes no alcanza, es necesario juntar a todo el movimiento obrero para defender lo conseguido y seguir avanzando”. “Lo que está ocurriendo con el gobierno de Cambiemos es mucho más grave de lo que vivimos en los 90 –agregó Alesso–, porque hay un revanchismo de clase similar a lo que se vivió en el año 55 con la Revolución Libertadora”. En particular se refirió al “fuerte aumento de la violencia institucional en todos los conurbanos de las ciudades del país”.
El cierre estuvo a cargo de la investigadora del Conicet Adriana Puiggrós. “El gobierno tiene como blanco destruir cualquier sistema educativo que esté por fuera de las leyes del mercado”, apuntó la ex diputada nacional. “Necesitamos una formación docente integral. Los docentes son enormes multiplicadores. El sistema escolar es el único que le puede hacer frente a los medios de comunicación, debido a que llega a todos los argentinos”, continuó y agregó que para lograr esto “hay que trabajar en la educación política en conjunto. Es nuestro deber como docentes evitar que se cierren, como quiere Bullrich, institutos educativos”. “Necesitamos ideas de resistencia civil; la fuerza de la ciudadanía, de la convicción. Los docentes jugamos un papel pedagógico fundamental para esto”, concluyó.